Chilascó es una comunidad del municipio de Salamá, Baja Verapaz, donde se encuentra una de las cataratas más altas de Centroamérica con 130 metros de altura, Mapas de Guatemala la incluyó como un sitio turístico a visitar en el proyecto de “LO MEJOR DE LAS VERAPACES” y para eso, exploró sus senderos hasta llegar al impresionante salto de agua cristalina; después de recorrer 144 kilómetros desde la capital, sobre la carretera que va a Cobán, recorrimos 12 kilómetros en un camino de terracería en buen estado, desde el cual se puede observar el bosque nuboso de la Sierra de las Minas… llegamos al centro de visitantes donde nos dieron la bienvenida con mucha amabilidad y nos explicaron en dónde podíamos dejar el vehículo, para luego emprender el camino a pie por el bosque.
Nuestra sorpresa fue un niño de 8 años, quien nos abordó ofreciendo guiarnos hasta la catarata, muy simpático y chispudo, en minutos ya nos había contado que en su familia había guías de turismo… le preguntamos si conocía el camino y nos dijo que sí y que estaba acostumbrado a caminar por el bosque, que hasta había competido en una carrera organizada por el Maestro de educación física de la escuela y la había ganado, por lo que tenía un diploma y una medalla, también nos dijo que viajaría con nosotros su mascota, un perro que nos movía la cola y nos olfateaba insistentemente, ¿cómo se llama tu perro? -le preguntamos- y él contestó que era hembra y que tenía tres nombres: “China Golondrina Amparo” y con mucho orgullo nos aseguró que era la mejor cazadora del pueblo, ¿y cómo te llamas? -le preguntamos- y nos dijo Darvin Danilo, bueno Darvin -le dijimos- ¡guíanos!, pero él nos corrigió diciendo que se llamaba Darvindanilo junto. Nuestro guía y jefe de la expedición era un niño que nos invitó a su cumpleaños, el cual celebraría al día siguiente, cumplía 9 años. Era un niño muy activo, nos contó que sus botas eran de lo mejor y para demostrárnoslo se hundía en el lodo, ¡el que nosotros tanto esquivábamos!…. saltaba de piedra en piedra, se colgaba de cuanto bejuco encontraba en el camino… hizo muy ameno los 6 kilómetros de sendero; por plantaciones de brócoli y un bosque nuboso donde la naturaleza se encuentra muy bien protegida por una comunidad, que cada vez está más y mejor preparada para atender a los turistas que la visitan, tienen guías comunitarios autorizados.
A pedido de los visitantes, las mujeres de la comunidad preparan alimentos con las deliciosas recetas de las abuelitas, aquí también preparan un vino artesanal de mora que no puedes dejar de probar. Seguramente te impresionará la cantidad de plantas medicinales que encontrarás en el camino y que el guía sabrá explicarte qué enfermedades curan.
Por fin, llegamos a un primer mirador desde donde se observa la majestuosa catarata, admirando un paisaje donde el cantar de las aves y el sonido del agua cayendo, te envuelven en una armonía de donde no querrás salir…. Y por último al llegar al pie de la catarata, sentirás una brisa fresca de agua limpia que te hará decir: ¡¡¡Valió la pena el esfuerzo!!!
Si no eres bueno para caminar no te preocupes, puedes alquilar un caballo, igual la aventura será extrema y las fotos describirán ¡¡la conquista del paraíso!!… ¡tienes que ir!